Se han preguntado por qué a veces pasan cosas que simplemente se salen de control, cosas que dices que nunca harías y terminas haciéndolas. He pensado mucho en escribir esta anécdota sobre todo porque no estoy segura si mi esposo pueda leerla en mi blog, pero hace unos días recordé el asunto al platicar con alguien, y por otro lado he decidido ser lo mas honesta en este espacio. No sé si sea adecuado hacerlo publico pero ya estoy en estos caminos.
Al terminar mi carrera me fui a vivir a la capital de mi país por cuestiones de trabajo, fue mi primer trabajo. Recuerdo estar muy nerviosa y sentía en mi pecho incertidumbre pero al mismo tiempo emoción. Era la primer vez que estaría lejos de casa, viviendo sola y haciéndome responsable de mi misma. Guau, que experiencia aquella cuando dejas el nido, cuántos temores, cuántas inseguridades, cuántas dudas, pero es el pago por hacerse adulto, por iniciar la propia historia de vida.
Esta experiencia me trajo muchas cosas que viví y fue ahí que conocí al primer novio que tuve. Me enamoré y lo quise muchísimo. No saben cuánto, el primer amor es especial, apasiona, llena de ensoñason, de esperanza, extasía, simplemente es mágico y estaba muy ilusionada hasta que descubrí qué aquel joven al que había entregado mi amor, había embarazado a otra chica y terminamos. Como estaba muy dolida y no quería saber ya nada de él, decidí regresar a mi ciudad con mis papás, con mi familia para olvidar y volver a empezar, además de que necesitaba su apoyo y sentirme amada y mi familia siempre me ha dado eso.
Al terminar mi carrera me fui a vivir a la capital de mi país por cuestiones de trabajo, fue mi primer trabajo. Recuerdo estar muy nerviosa y sentía en mi pecho incertidumbre pero al mismo tiempo emoción. Era la primer vez que estaría lejos de casa, viviendo sola y haciéndome responsable de mi misma. Guau, que experiencia aquella cuando dejas el nido, cuántos temores, cuántas inseguridades, cuántas dudas, pero es el pago por hacerse adulto, por iniciar la propia historia de vida.
Esta experiencia me trajo muchas cosas que viví y fue ahí que conocí al primer novio que tuve. Me enamoré y lo quise muchísimo. No saben cuánto, el primer amor es especial, apasiona, llena de ensoñason, de esperanza, extasía, simplemente es mágico y estaba muy ilusionada hasta que descubrí qué aquel joven al que había entregado mi amor, había embarazado a otra chica y terminamos. Como estaba muy dolida y no quería saber ya nada de él, decidí regresar a mi ciudad con mis papás, con mi familia para olvidar y volver a empezar, además de que necesitaba su apoyo y sentirme amada y mi familia siempre me ha dado eso.
Encontré desde luego un nuevo trabajo. Entré a trabajar a una constructora. Ahí había
un contador entre otros compañeros de trabajo. Me parecía bastante
guapo, me gustaba, obviamente como mujer nunca das a conocer estas
cosas. Me parecía muy varonil, siempre andaba impecablemente
vestido y olía muy bien. Siempre bien peinado, cuidaba su apariencia sin
caer en lo metrosexual, muy elegante y me encantaba como hablaba, tenía
una voz profunda (como la de James Earl Jones). Pasó tiempo y en la época navideña se hizo un
convivió y se realizó por la noche después de la
jornada de trabajo en la oficina de la constructora, compraron cosas
para comer, refrescos, y no falto el alcohol y comenzamos el convivio.
Los jefes estuvieron con nosotros un rato y se retiraron, ya saben que
empiezan las risas, los chistes, las anécdotas
y no falto la música. De pronto uno de nuestros compañeros comenzó a
bailar sensualmente con la canción Kiss Kiss que se hizo muy famosa aquí
en México, que interpretaba Tarkan un cantante Iraní (por cierto
bastante guapo). Y comenzó a simular que se quitaba
la ropa como un bailarín exótico y todos reían y le aplaudían y luego se
fueron uniendo otros y hacían lo mismo pero mas subidos de tono porque
bailaban cerca de las compañeras de trabajo y todos gritaba, chiflaban,
aplaudían y se reían. La música siguió y el
contador que me gustaba comenzó bailar, porque los hombres se turnaban
uno bailaba y de pronto escogía a otro y ese tenia que pasar a bailar
pero como si fuera un nudista. Yo estaba sentada en un sofá y comenzó a
bailar enfrente de mi y a mover la cintura con
movimientos sensuales y subidos de tono cerca de mi rostro. Yo sentí que
la sangre me subía a la cara, y todos gritaban y aplaudían y reían y
entonces comenzó a quitarse la corbata (ya no tenía el saco) y se
desabrocho y se despojo de su camisa, y seguía bailando,
se quito el cinturón y todos aplaudían y lo incitaban a seguir, y sin
mas que se baja el pantalón con el calzoncillo y se expuso delante de
mi. Yo grite y me levanté inmediatamente, mientras todos gritaban de
contento y se reían y me fui corriendo a la cocinita
de la oficina. La fiesta continuo hasta que se comenzaron a retirar
todos. Yo me quede a levantar el tiradero junto con una amiga y
comenzamos a tirar los desechables y asear la oficina. Yo fui a dejar
una bolsa de basura a la cocina y comencé a levantar el
tiradero, a recoger vasos y platos, mientras mi amiga se quedo en la
oficina haciendo lo mismo. Estaba en eso cuando entra el contador, al
verle me puse nerviosa, se acerca y me dice oye Alejandra quería pedirte
una disculpa por mi comportamiento, estoy muy
arrepentido, no volverá a suceder, lamento haberte faltado al respeto.
En fin, le dije que aceptaba su disculpa y que todo quedaba olvidado, y
se quedo ahí y comenzamos a platicar de cosas sin importancia, la cocina
es chiquita y el estaba cerca de mi y yo
iba y venia poniendo orden. De pronto volteo y choco con él de frente y
quedamos cerquita los dos, yo me río y me llega su aroma a colonia,
usaba polo sport, me encanta ese aroma. Me toma del talle y me atrae
asía él y sin mas me besa. Al principio me sorprendió
pero no se por que y de nuevo para sorpresa mía yo comienzo a responder
sus besos. Guau!!!, guau!!!, guau!!!, nadie me había besado así, con esa pasión y
dulzura, me supieron riquísimos sus besos, ciertamente también yo no
tenia mucha experiencia en eso, solo había tenido
un novio y la verdad y sin ánimo de rencor sus besos siempre me supieron bastante insípidos, pero los de Ricardo, guau!!!, guau!!!, guau!!!, que ricos los
sentí. Su aliento me supo a tabaco y alcohol y su saliva empapó todos
mis labios. Los besos fueron subiendo de tono y
de pronto me toma la mano y la pone en su miembro. No sé cuando lo saco
de sus pantalones, ni cuenta me di. Lo sentí ya mojado, y me subió el
aroma de su virilidad. Saben el pene también huele. Y yo ya inmersa en
esa situación y también ya exaltada comencé acariciarlo
y a frotarlo y de pronto que eyacula. Yo llevaba un vestido estampado de
flores de varios colores que me llegaba a las rodillas y mis tacones de
aguja, destalonados. Ese día me arregle bien y me maquille porque
iba a ser el convivio. Su esperma se derramo
en mi mano, parte me cayó en mi pierna y en mi pie y el resto en el
piso. Pude sentirlo tibio, cuando de pronto se abre la
puerta y entra mi amiga a dejar la bolsa con todos lo desechables, al
oír que se abría la puerta nos separamos inmediatamente,
él que se voltea para que no se le viera el pene, yo tomo unas
servilletas y me acuclillo a limpiar y comento que alguien había tirado
refresco y aprovecho para limpiar el esperma del piso mientras mi amiga
acomodaba la bolsa en un rincón. Me limpio el que había
caído en mi y el contador que se retira despidiéndose. Yo me puse muy
nerviosa, mi voz se quebraba. Ya a solas me dice mi amiga que había
pasado y yo le digo que nada que solo había venido a darme una disculpa.
Creo que mi amiga se dio cuenta que algo sucedió
por lo nerviosos que nos pusimos. Le pedí que me llevara a mi casa pues
en esa época yo no tenia automóvil y me dijo que si, ya era tarde y me
daba miedo tomar un taxi. Ya en el auto vuelve a insistir que había
pasado y yo le vuelvo a decir que nada.
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